El Refrigerador

Un refrigerador , algo que muchos tenemos hoy en nuestras casas o si no hemos escuchado de el: lo principal que hace es guardar cosas y conservarlas.

Semejante a el es el alma humana al guardar: palabras , hechos, momentos.

Pero todo alimento se pudre y si nadie lo saca del refrigerador empiezan a criar hongos que se expanden por todo el refrigerador.

A Las personas se nos han deposítado desde pequeños toda clase de enseñanzas, argumentos procedente del mundo y como nadie nos ha enseñado a discernir lo bueno de lo malo. Aquellas palabras y hechos que vemos a Diario fermentan en nuestro ser hasta expandir mo por todas partes, ninguna parte se salva de la perversión.

los alimentos vencidos corresponden: a todas las maneras y enseñanzas que del mundo hemos aprendido (Uno que lamentablemente no discierne entre lo bueno y lo malo porque el Modelo de bien es pervertido) y que el maligno ha puesto en nuestro ser.

Por lo cual asi como el mal olor sale de aquel refrigerador. El Hombre cuando abre su boca sólo habla la podedumbre de su interior. Los olores de la apatía , el orgullo, La Vanidad Y toda pestilencia conocida se hace manifiesta en ellos.

Entonces ¿Quién deseare sacar cosas o ponerlas en un refrigerador con hongos? ¿No nos dice la sana logíca que hay que limpiarlo primero para luego guardar el alimento fresco?. Así ¿Quien querra poner su confianza en un alma que expele olor a muerte? ¿como puede uno quitarse esa suciedad acumulada en el tiempo?

Los jovenes de nuestro tiempo ¿con que podrán limpiar sus mentes de la amargura, las vanas enseñanzas y la indiferencia que les destaca cual bandera a un país?

Alguien dijo una vez ¿Con que limpiara el joven su camino?... aquel busco y hallo la respuesta... Con guardar tu palabra.

No podia ser más simple que: Agarrar un Paño Remojado en cloro y detergente, scar todos los alimentos podridos, limpiar el refrigerador y poner el alimento nuevo y fresco dentro de él.

Pues ¿con que limpiaremos nuestras almas? Poniendo atención a la palabra de Dios a fin de practicarla ¡Qúe paño que pueda retener más que la meditación y que mejor detergente que la palabra de Dios para lavarnos de la basura del mundo e impedir que nuestro refrigerador se llene de alimentos podridos!

gracias sean Dadas a Dios por estas maravillas.